Desde 2004 la Comisión Cívica por la Recuperacion de la Memoria Histórica de esta ciudad ha reclamado que se levantara un monumento conmemorativo del sufrimiento que las fuerzas franquistas infligieron a las miles de personas que, atrapadas en el puerto de la ciudad, fueron internadas, por su fidelidad a la República, en el campo de concentración creado en el Campo de los Almendros. El Gobierno ha subvencionado esta iniciativa. El Grupo Municipal Socialista la ha promovido ante el pleno del Ayuntamiento. Y el 21 de diciembre pasado, la mayoría conservadora del PP la rechazó. Exactamente, siete días antes de que entrara en vigor la Ley de la Memoria Histórica. Seguramente es uno de los primeros actos del PP contra la aplicación de esa ley y expresa rotundamente que los populares, contra toda su demagogia, no quiere «contribuir a cerrar heridas todavía abiertas entre los españoles». Porque la ley ampara y estimula iniciativas como la descrita que, evidentemente, debería haber sido apoyada para "honrar y recuperar» para siempre, entre otros, a quienes «padecieron? internamientos en campos de concentración dentro o fuera de nuestras fronteras».
El rechazo del PP constituye un pésimo precedente, dado que es una abierta rebeldía contra una ley vigente que, precisamente, pretende fortalecer «el espíritu de reconciliación y concordia» que preside la Constitución de 1978. Estamos seguros que el PP reconsiderará su actitud y respetará a la ciudadanía y, sobre todo, a las exigencias que impone a los partidos democráticos la Ley 52/2007 que tantas esperanzas ha abierto para la definitiva y rotunda descalificación del franquismo y la plena rehabilitación de sus víctimas.
Carlos Jiménez Villarejo
Diario Información 05/01/2008
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