Mostrando entradas con la etiqueta prensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta prensa. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de marzo de 2009

El capitán del Stanbrook será homenajeado

El capitán del buque inglés "Stanbrook", último barco que partió del puerto de Alicante con refugiados republicanos al término de la Guerra Civil, será homenajeado durante las jornadas internacionales Recuperación de la Memoria Histórica, que se celebrarán del 27 al 29 de marzo en puntos de esta provincia.
EFE El periodista Enrique Cerdán Tato, miembro de la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica, ha informado hoy en rueda de prensa que las jornadas cuentan con un "programa relevante, robusto y sólido".
Se rendirá homenaje el domingo 29 de marzo en Alicante a la tripulación del "Stanbrook" y a su capitán, el galés Archibald Dickson, que posibilitaron la salida de hasta tres mil refugiados republicanos de Alicante hacia la ciudad argelina de Orán, el día antes del fin de la Guerra Civil.
Los hijos del capitán asistirán al acto de conmemoración, que continuará con una conferencia del historiador Ian Gibson titulada "El final de la Guerra Civil".
Asimismo, el poeta Marcos Ana, que estuvo en el campo de hacinamiento de Los Almendros y posteriormente en el campo de concentración de Albatera, tras la Guerra Civil, presentará su libro "Decidme cómo es un árbol", donde narra los 23 años que estuvo preso en cárceles franquistas.
Las jornadas internacionales concluirán con una ofrenda floral en el puerto de Alicante, la "última resistencia republicana", a los exiliados y presos tras la guerra civil.
Para la financiación de las jornadas, la Comisión Cívica ha editado 150 carpetas con seis serigrafías sobre la memoria histórica, realizadas y cedidas por los periodistas Enrique Cerdán Tato y Manuel Vicent y los humoristas gráficos Forges, Peridis, El Roto y Romeu.

Rueda de Prensa 23/03/2009

La Comisión Cívica observa un cambio de postura en Castedo en torno a la memoria histórica
El proyecto del mercado que recuerda el bombardeo de Alicante durante la Guerra Civil podría ser una realidad el 25 de mayo de este año gracias al cambio de postura del Ayuntamiento de Alicante, según los miembros de la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica.
EFE La encargada de los memoriales de la Comisión Cívica, Elena Albajar, se ha mostrado esperanzada hoy, durante la presentación de las Jornadas Internacional por la recuperación de la memoria histórica que tendrá lugar entre los días 27 a 29 de marzo, de que los tres proyectos previstos en Alicante salgan adelante.

"Para los 70 años del final de la guerra civil no va a haber nada, pero esperamos que cuando conmemoremos los 75 años estén los tres proyectos", ha indicado antes de añadir que tienen "un poco más de esperanzas" en la consecución de los memoriales.
El proyecto del Mercado, financiado por el ayuntamiento de la capital, ganó el concurso público por unanimidad, ha recordado Luis Pesquera, miembro de la Comisión Cívica, para quien el objetivo es hacer de Alicante "una ciudad democrática, recuerdo de aquel período".
En este sentido, Pesquera ha comparado el proyecto con "determinados movimientos retrógrados que se pueden ver por ejemplo en la Diputación de Castellón", en referencia a la publicación de un libro sobre la Guerra Civil que "niega el golpe militar de 1936".
La actuación en el Mercado Central prevé instalar en el pavimento del suelo de nueve placas de aluminio que representan los nueve aviones que bombardearon Alicante, con 90 puntos negros por cada una de las bombas que cayeron sobre la ciudad y mataron a más de 300 alicantinos.
Asimismo, las placas contarán con unos 300 agujeros rellenados con terminales de fibra óptica, que cada mediodía se iluminarán de color rojo durante 10 minutos para conmemorar a los fallecidos durante los bombardeos.
La segunda actuación, que Albajar ha calificado como "proyecto estrella", es una escultura del alicantino Eusebio Sempere que representa a "un pájaro emprendiendo el vuelo" y que se situaría entre el puerto y la Explanada, lo que le convertiría en un monumento "muy urbano" y "más cercano a los alicantinos".
La Comisión Cívica confiado en poder retomar este proyecto, que simboliza el exilio de miles de republicanos desde el puerto de Alicante, y que se encontraba parado a causa de una ordenanza de la junta de obras del puerto, que pretendía evitar "obras como ésta", ordenanza que en estos momentos se ha modificado.
Por último, pretenden la construcción de un memorial en el Campo de los Almendros, donde miles de republicanos estuvieron encerrados tras el final de la guerra, "que es el memorial que nosotros queremos y por el que pelearemos hasta el final", en palabras de Albajar.
El proyecto prevé la recuperación del campo de almendros que habían cultivados en esa zona, y la construcción de un "austero" banco de hormigón para sentarse teñido de morado y rojo.
Han lamentado la demora de la construcción del proyecto causada por la negativa municipal, que ha ocasionado la pérdida de la subvención total por parte de la Presidencia del Gobierno de España con una cuantía de 30.000 euros.
Por otro lado, los miembros de la Comisión Cívica han expresado su intención de proponer crear un centro de investigación y documentación sobre el franquismo y la represión franquista en el campo de concentración que hubo en la localidad de Albatera.
Diario Información (25/03/2009)

martes, 24 de febrero de 2009

Los almendros sin memoria

Cuando leí hace bastantes años La muerte de la esperanza, el magnífico libro testimonial de la Guerra de España del que es autor el periodista y escritor libertario Eduardo de Guzman (1908-1991) recuerdo haber seguido las incidencias de su segunda parte especialmente conmovido. Narra Guzman los últimos días del mes de marzo de 1939 en el puerto de Alicante, cuando miles de republicanos , una vez frustrada la posibilidad de escapar por barco de la represión franquista, fueron detenidos e internados en el campo de concentración de Los Almendros por las tropas sublevadas. La emotividad de esa lectura deriva de una de mis más arraigadas pesadillas de niñez, a propósito también de otra evacuación, ésta sí consumada, que tuvo lugar en los muelles del Musel de Gijón en el otoño de 1937 . Mi indiscreción infantil pagó caro haberme enterado de aquellos episodios por escuchar las charlas más clandestinas de los adultos, pues a las divertidas tardes de pesca que pasaba en el puerto solían seguirles por las noches oníricos epílogos lleno de zozobras. Nada me parecía más infausto que imaginar a centenares de niños y adolescentes -los que luego se llamarían Niños de la Guerra en México o Moscú- , separándose de sus padres entre lágrimas y abrazos, mientras las llamaradas de los depósitos de combustible de la ciudad , bombardeados por el ejército franquista , prestaban a esas dramáticas escenas un fondo de fantasmagórica madrugada.
Quedaba entonces mucha guerra por delante y era factible todavía poner una fecha no demasiado lejana a un posterior reencuentro familiar, que finalmente se demoraría demasiado o no llegaría nunca realizarse. Los internos recluídos en Los Almendros no tuvieron más expectativas que las del cautiverio o la muerte, porque la guerra había terminado con su derrota. De todo cuanto padecíeron quedó recreada constancia en la novela Campo de los Almendros, escrita por Max Aub y que no pocos críticos consideran como una de las mejores , si no la mejor, de las publicadas en el exilio (México , 1968). Abundando en las jornadas de desesperación y pánico vividas en el puerto de Alicante, de las que Guzmán da referencia testimonial en su libro, Aub completa con su magnífica prosa la aciaga perspectiva que se apunta en la última página de La muerte de la esperanza, cuando el periodista y escritor anarquista describe el suicidio de aquellos que no pueden o no quieren sobreponerse a la pesadumbre y decepción de la derrota: "Un momento los contemplamos en silencio . Luego echamos a andar lentamente hacia la salida . Camino maquinalmente , sin ver siquiera dónde piso. Frente a mi veo a los soldados que nos aguardan. Pienso en las ilusiones desvanecidas, en el ejemplo de cuantos cayeron en largo recorrido. Alguien murmura a mi lado:'Pronto envidiaremos a los muertos'. Asiento sin palabras. Es el primero de abril de 1939. ¡La guerra ha terminado!".
Hace ya casi cinco años que la Comisión Cïvica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica planteó al Ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el Partido Popular, la solicitud de erigir un monumento conmemorativo que recordara el trágico fin de la contienda y a quienes padecieron la represión franquista en ese campo de concentración y otros recintos de la ciudad en unas condiciones tan penosas que, según el poeta Marcos Ana, impulsaban a los presos a comer flores y tallos tiernos ante la extrema precariedad de comida y agua. En noviembre de 2004 se creó la comisión municipal correspondiente para que el asunto fuera sometido a estudio. Dos años después y en vista de que la tal comisión no mostraba ningún indicio de actividad , la entidad solicitante reclamó una parcela de suelo público en Los Almendros para ubicar allí el pertinente memorial. Recibida incluso una subvención por parte del Gobierno central a tal efecto , esa subvención venció el pasado mes de marzo sin que la demanda de la Comisión Cívica fuera atendida por el Ayuntamiento.
El pasado 3 de febrero , coincidiendo con los 70 años de la atroz ratonera que supuso para unas 14.000 personas el puerto de Alicante, muchas de ellas significadas en la lucha por el régimen legítimo y constitucional de la II República , la Comisión Cívica de aquella ciudad presentó un manifiesto en el Ateneo de Madrid para "reparar una antigua injusticia, compensar una historia manipulada, combatir contra el olvido, saldar en definitiva una deuda moral que la democracia española sigue teniendo con quienes defendieron una España Tolerante, pacífica, culta y solidaria".
No se puede entender en la España actual que , mientras la Fundación Príncipe de Asturias de Oviedo concede un premio a la concordia al Museo del Holocausto hace un par de años o en La Jonquera se inaugura un museo en recuerdo de los españoles internados en el campo de concentración de Argelès , el señor alcalde de Alicante siga posponiendo en Los Almendros el monumento solicitado. Claro que tampoco se puede entender con la ley de memoria histórica vigente, que otro alcalde del Partido Popular, éste de Salamanca, mantenga a Francisco Franco como alcalde de honor de la ciudad, con su efigie tallada en piedra sobre las arcadas barrocas de la Plaza Mayor, y se niegue a rehabilitar a Unamuno como concejal republicano . ¿ De qué heridas nos habla esta gente cuando se refiere a la memoria que las reabre?. Las únicas heridas en una democracia que se precie son las de seguir rindiendo distinciones a quienes la combatieron y olvido a sus defensores. Herida es a considerar que en el Campo de los Almendros se plantara hace un año un almendro florido, a falta del memorial reclamado, y al día siguiente apareciera descuajado con la firma de una esvástica , enseña de la barbarie.
FÉLIX POBLACIÓN
Escritor y periodista del Centro Documental de la Memoria Histórica
Publicado en el diario PUBLICO el Domingo 22 de Febrero de 2009

martes, 17 de febrero de 2009

A miguel Gutiérrez , por la memoria histórica

A Miguel Gutiérrez , por la memoria histórica

El pasado viernes tuvo lugar un sentido homenaje al obrero del derecho como a él le gustaba llamarse, Miguel Gutiérrez Carbonell , ofrecido por compañeros, juristas y sobre todo amigos. Sin embargo , desde el mismo viernes y a pesar de que acudí y me emocioné como toda su familia , me persigue el inconfeso desasosiego de un compromiso incumplido. Tengo una deuda con Miguel que ho he saldado y que su expresión socarrona en las fotografías que ilustran el homenaje construído en papel por sus amigos, me ha traído a la memoria.
Mi deuda es antigua pero no demasiado; se remonta a apenas hace un año y medio, cuando elaboraba una necrológica afectiva que debía despedir la memoria de unquerido profesor de Arqueología , que había fallecido inopinada y prematuramente. Para Riccardo Francovich, como para toda una generación de intelectuales italianos nacidos inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la 2ª República española y su derrota a manos del fascismo representaba un mito de progreso truncado, en el cual las miles de personas que quedaron abandonadas a su suerte -"lo mejor de españa"- en palabras de Max Aub- en el Puerto de Alicante, último bastión de la sitiada República ocupado precisamente por las fuerzas italianas , simbolizaban mejor que nada la poderosa magnitud de la derrota y el tremendo desastre que se cernía sobre Europa; por ello, Riccardo seguía con pasión nuestro debate sobre la memoria histórica.
En esa despedida aludía a la casualidad de que su muerte accidental se hubiera producido el 68 aniversario de la entrada en la ciudad de la división Littorio, y su despedida civil en Florencia coincidiera con otro acto cívico celebrado en Alicante, en recuerdo de los hombres y mujeres republicanos que capturados en el Puerto, fueron conducidos a un campo de prisioneros improvisados en unos bancales de almendros cercanos, y en el que el propio Miguel, como miembro de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica tomó la palabra. Mientras preparaba este texto llamé a Miguel para consultarle algunos datos relacionados con esos trágicos sucesos y aunque tenía prisa me los proporcionó por extenso, con la prodigalidad de verbo que le caracterizaba, poniéndome como única condición que le enviase el escrito. Así lo hice y días después me llamó para decirme que le había conmovido y confesarme de paso que con la edad se hacía cada vez más sensible a los reconocimientos dictados por el corazón, lo que él atribuía a la vejez y yo a su bonhomía. Bromeamos y yo le prometí que le haría una despedida similar , sin saber que muy pronto e igualmente de forma inopinada, también Miguel iba a ser requerido por sus compañeros a las "aladas almas de los almendros de nata" .
Ésta es mi deuda; no le hice esa despedida tan frívolamente prometida, ni tan siquiera cuando nos brindaron la oportunidad de participar en este último homenaje , en el que yo pensaba que correspondía a sus hijos y sus compañeros en la judicatura y las ideas tomar la palabra. Pero el caso es que siento que Miguel no me perdona la deuda y he querido saldarla de forma pública con estas líneas que no son, por más que lo parezcan, un homenaje a su memoria sino por ella.
Las preposiciones no son baladíes y este "por" se refiere a la vindicación de la memoria histórica por la que él , junto con otros y otras, luchó hasta el mismo día de su muerte. No hablamos de pasar facturas o ejercer revanchas, sino de algo tan simple como rescatar una memoria por la fuerza silenciada . En estos tiempos en que mi oficio de historiadora en la tierra ha debido poner a disposición de la historia -no la que habitualmente construimos desde la distancia de sus documentos textuales y materiales, sino aquella próxima y terrible que emana del derecho de los vivos a recordar a sus muertos - nuestras piquetas y pinceles , para desenterrar los restos materiales de una dolorosa por próxima contienda, me vienen constatemente a la cabeza los versos que Miguel Hernández dedicó a su amigo muerto y que acompañaron también a Miguel Gutiérrez en el homenaje del pasado viernes:
"quiero escarbar la tierra con los dientes, / quiero apartar la tierra parte / a parte a dentelladas secas y calientes / Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte".
Porque de eso se trata , de desamordazar y regresar , no sólo a los muertos sino su memoria; del derecho a saber y recordar. Miguel, en nombre de la Comisión Cívica, reclamaba únicamente un espacio urbano que regresa y desamordazara la memoria , bajo la forma de un parque de alados almendros de nata. Murió sin lograrlo y todos los homenajes que sele han hecho no suplen el que esperamos y que no es en realidad un homenaje a su persona sino a la memoria de todos los hombres y mujeres que perdieron -con la vida o el silencio- su derecho a pensar lo que pensaban . Yo ya he cumplidomi deuda con mi tío Miguel escribiendo la despedida prometida. Nuestro Ayuntamiento aún tiene pendiente cumplir la suya , en el convencimiento de que su carácter democrático le hace heredero directo de aquella libertad de pensamiento que fue entonces silenciada. Lo contrario significa , a más de no cumplir su deuda para con todos los ciudadanos de Alicante, asumir una continuidad injustificable con aquellos que acabaron con la democracia en el campo de los almendros.
Sonia Gutiérrez Lloret
es catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante.
Artículo publicado en el diario INFORMACIÓN el Martes 17 de Febrero de 2009

lunes, 4 de agosto de 2008

Franco. La memoria histórica y el puerto de Alicante

No es ninguna broma, ni menos una cuestión baladí el recurso al régimen franquista del que hacen uso algunos representantes públicos del PP en esta provincia. No es algo que debiera pasarse por alto y ser tratado como una anécdota y sí, por el contrario, descalificado expresamente y rechazado con toda firmeza. Nadie con un mínimo de sensibilidad democrática puede siquiera insinuar simpatía por un régimen político autoritario, condenado por las instituciones internacionales y por el mismo Congreso de los Diputados.
Nadie que haya interiorizado los elementos básicos de la democracia puede sentirse identificado, ni siquiera parcialmente, con el franquismo y si lo hace debe abandonar de manera inmediata sus cargos de responsabilidad en los partidos e instituciones democráticas. Quien justifica, ampara, protege, mantiene aunque sea simbólicamente o califica orgullosamente una forma dictatorial e inhumana de regir la convivencia, como fue el franquismo es, sin duda, una persona inhabilitada para constituir cualquier tipo de organismo constitucional.
Quien, para conseguir algunos votos nostálgicos, sostiene el recuerdo de unos años duros, en los que los derechos humanos eran sistemáticamente violados, en los que las prisiones estaban repletas de personas por el solo hecho de su ideología, en los que la pena de muerte se aplicaba sobre la base de procesos espurios y sin garantías, etcétera, es, sencillamente, cómplice del terror. Y digo terror con todas las palabras, aunque muchos españoles de entonces no lo padecieran, pues no llegaron nunca a cumplir la mayoría de edad, esa que concede derechos; esa inmensa mayoría nunca ejerció los de libre expresión, opinión, reunión, manifestación, etcétera.
Quienes renunciaban a su ejercicio vivieron en paz. Aquellos que, por el contrario, lucharon por lo que hoy disfrutamos con normalidad, experimentaron en sus carnes el miedo, el terror, la cárcel, el expolio de sus bienes y la discriminación de sus familias. Muchos habrá que nieguen estos hechos y lo harán obviando la realidad; tan empecinados están algunos en justificar sus creencias sobre la base de la falsedad que no dudan en falsear la misma realidad, incluso mintiendo a quienes no vivieron aquellos años y fabulando sobre sus supuestas grandezas. Son tan irresponsables que pueden estar transmitiendo el germen del odio, de la división, de la falta de respeto al prójimo. Negando que entonces sólo había una ideología, la oficial y que quien mantuviera otra era, sencillamente, un delincuente y como tal era tratado.
Que una concejal, en este caso de Orihuela, ose calificar el franquismo como el exponente de la España "grande y libre", no es sólo una estupidez que como tal la califica, sino la expresión de que la democracia no ha calado en quienes se encuentran más a gusto en el ámbito de la "grandeza y libertad" del partido único, de la imposición al otro. Si para alguien la negación de los derechos y libertades es expresión de esa grandeza y libertad, ese alguien debe ser inmediatamente excluido de los ámbitos representativos de un régimen democrático. Entiéndaseme bien, no excluido de sus derechos, los que reconozco y respeto, pero sí de la representatividad democrática, pues no cree en ella. O, al menos, de la que defiende un partido, como el PP, cuyos estatutos son democráticos e incompatibles con quienes admiran o respetan siquiera el autoritarismo. Es, pues, el PP el que debe actuar con firmeza y no tolerar actos como los que cito en estas líneas. Que los ayuntamientos de Alicante y Benidorm, así como la Diputación Provincial, mantengan los títulos de hijo predilecto a Franco, constituye una ignominia que sobrepasa el hecho del incumplimiento de la ley de la memoria histórica y quien vota a favor de esa perpetuación de la dictadura un irresponsable con inclinaciones autoritarias, por muchas justificaciones que busque en argumentos que en otro país le descalificarían absolutamente.
La reconciliación sólo puede ser plena cuando se reconozca la realidad, cuando se acepte la cualidad dictatorial del régimen franquista sin paliativos, cuando se asuman sus injusticias, cuando se honre a sus víctimas. Nadie busca ya una condena de los vencedores. Ellos ya han sido condenados por todos, menos por sus nostálgicos. Pero sí el respeto a los vencidos, ese respeto merecido por el hecho de que lo que defendieron es el conjunto de valores que hoy presiden la convivencia democrática. Mayor prueba de su razón es imposible.
Se niega el Puerto de Alicante a ubicar en sus instalaciones un monumento a los últimos republicanos que partieron de España o no lo lograron en su mayoría siendo trasladados a miserables campos de concentración. Para ello, no tiene empacho su junta en argumentar normas administrativas que no son de aplicación al caso en una actuación jurídicamente lamentable o en el mejor de los casos susceptible de ser tomada en broma si no fuera porque habrá sido inspirada desde la nostalgia más incomprensible, obviando otras normas, tal vez desconocidas dolosamente, bajo cuyo amparo es imposible negar el recuerdo de la ignominia. Incluso, para oponerse al reconocimiento de los que padecieron la represión, no duda el Puerto en crear una especie de ordenanza posterior a la petición, de caso único, con la que intenta cubrir la realidad de su actuación, que no es la reconciliación como afirman, sino la protección del franquismo. Esa y no otra es la razón que indirectamente amparan los que siempre se encontraron a gusto en la represión de los que hoy son sus adversarios y osan incluso gobernar esta piel de toro.
Si uno va a Europa verá sus ciudades plagadas de homenajes a quienes lucharon contra el fascismo y el nazismo. Muestran con orgullo la resistencia frente a regímenes autoritarios. No sucede lo mismo en España aun cuando el franquismo fue un régimen similar a aquéllos. Negarlo es estulticia o una muestra de proximidad a lo que nunca debe suceder. Qué pena que haya que haber dictado una ley para que la verdad se haga luz, pero mayor pena es que incluso esa ley sea obviada. A todos ellos, a los que quieren perpetuar e idealizar un régimen vergonzoso, les recrimino públicamente su conducta y les llamo a la cordura. Muchos presos y muchos muertos por defender lo que hoy todos disfrutamos, incluso ellos mismos con su conducta ilícita, llaman desde el recuerdo a la honestidad. Y digo honestidad en el sentido más amplio de la palabra. Y quien conteste a este artículo debe saber que en los tiempos de su admirado General no hubiera podido hacerlo; le hubiera costado la cárcel oponerse al Gobierno.


Nota: Qué pena. Cada día es mayor la huella del abandono de Miguel Gutiérrez. Saber que no va a leer estas líneas me entristece. Intentaremos algunos seguir su camino. Mucho nos dejó aunque no seamos capaces de acercarnos a la absoluta fidelidad a lo que pregonó.

José María Asencio Mellado es catedrático de Derecho Procesal de la UA.

Puedes leer este artículo en el DIARIO INFORMACIÓN

05/08/2008

miércoles, 30 de abril de 2008

Memorial Fecundo

Dice el viejo refrán: "Si la Candelaria plora l'hivern fora però si no plora, ni dins ni fora". El 29 de marzo de 1939 amaneció revuelto. El sol pujaba por prevalecer en cielo enmarañado y destemplado clima, en fechas en que la primavera es inequívoca realidad, si bien, hacia mediodía, la temperatura devino totalmente veraniega y la tarde, radiante, invitaba al paseo.
Quizá, debía estar lloviendo en Alicante, dadas las copiosas nubes que de aquel lado se veían. Por lo demás, el desenlace de la aventura rebelde, eclesiástica-fascista, iniciada tres años antes, se temía tan cercano, como segura la victoria de éstos. Pero ni el más pesimista pudo imaginar la feroz ingeniería represiva, el calvario de lágrimas y pesado manto que la dictadura de los vencedores traería consigo. Con rotundidad puede afirmarse que, para el pueblo ilicitano, alejado físicamente de los frentes de batalla, la posguerra resultó mucho más dura que la guerra misma. Un pueblo no muy dichosamente tratado por el devenir de los tiempos, cierto, pero generoso y de solidarios rasgos: sumiso, pero orgulloso; creyente, pero no beato; librepensador, pero tolerante; paciente, pero terco y combativo ante la adversidad; remiso a replegarse, incluso, ante las peores dificultades. Y, como culminación de esa idiosincrasia, alegre y laborioso como ninguno, de vida apacible, forjada por siglos de sosegada convivencia en la penumbra, suave y sensitiva, bajo sus hermosos huertos de palmeras.
Bueno, aunque el final de "aquello" se sabía cierto, pocos lo creían tan inminente, si bien el mazazo de la caída de Barcelona y, sobre todo, la traición de Casado, incentivaron una sensación de malos augurios y frustración, de amargura en el alma y derrota en el cuerpo, que ya hacía algún tiempo (desde el corte de Vinaroz, en concreto) se venía acusando en una población muy desgastada por los ríos de sangre joven derramada, los lutos, los duros golpes, las dolorosas ausencias y las consiguientes privaciones de todo tipo, tras treinta y dos largos meses de guerra que más parecieron siglos. Como fuere, el 29 de marzo de 1939, hacia las cinco de la tarde, dramática hora lorquiana, dejada atrás la última curva de la carretera de Aspe, una sección de tanquetas y otras unidades móviles blindadas del ejército mercenario italiano enfilaron, lentamente, la recta hacia nuestra ciudad; hacia el puente viejo, más resistente a la pesada maquinaria bélica, para cruzar el Vinalopó. Tras breve parada en la Plaça i Baix, seguidos por bulliciosa y pedigüeña chiquillería, se dirigieron al campo de fútbol de Altabix, instalando allí su campamento.
La gente, silenciosa en su mayoría, se arremolinó expectante para ver este inusual desfile; no a saludar a los recién llegados -fuerzas de ocupación al cabo-, sí a tantear el ambiente, entre recelosa y desconfiada. Salieron los quintacolumnistas emboscados, rumbosos y desafiantes, y de algunos balcones colgaban pendones monárquicos. Luego, llegarían las tropas mora y legionaria. Aquella plantó su vivac en el huerto de las Jesuitinas; ésta en las dependencias de Riegos de Levante, en Reina Victoria.
No hubo fiesta. No pudo haberla, siendo ajenas las fuerzas de ocupación y minoría sus parciales aunque ruidosos y con inaudita sed de sangre, odio y venganza. Vaya, posteriormente sí hubo algún acto en la plaza de toros al que muchos asistieron "acongojados" no para ver sino para ser vistos, y simular adhesión a unos mandamases militares con bien ganada fama más que de insensibles, de inhumanos. No se equivocó el pueblo con tales miedos pues de inmediato empezaron a confirmarse, a hacerse realidad, los más negros pesares. Así fue. Ese mismo día ya se produjeron arbitrarias detenciones y en los sucesivos se tuvo que habilitar varias dependencias, además del Palau d'Altamira, para amontonar una creciente muchedumbre de hombres y mujeres, hasta menores de edad y ancianos, cuyo delito no pasó nunca de haber votado o manifestado simpatías por candidaturas de izquierda. Elche se convirtió en enorme campo de concentración y comenzó el bancal de sangre y depuraciones. En la pared norte del cementerio se fusiló (asesinados, pues no fueron juzgados por ningún tribunal imparcial ni legitimado) a todas horas: al alba, por la mañana, por la tardeÉ La camioneta Ford, incautada bajo amenazas junto a su chófer-propietario para estos siniestros traslados, efectuó sobre una docena de viajes con no menos de 6 u 8 reos cada vez. Tras ella, en vehículo aparte, sus verdugos: algunos falangistas locales. Se llamaban... ¡Para qué! Mejor callamos, pues sólo queremos recordar y honrar a sus víctimas.
En total fueron masacrados sobre un centenar de jóvenes trabajadores ilicitanos, luego enterrados en la desagradecida fosa del olvido. Sólo de casi la mitad guarda sus nombres la historia. El resto son desaparecidos; así de sencillo; así de doloroso. Como en toda dictadura, son los "nadies", cuyo sereno y silencioso clamor conmoverá, por siempre, la memoria sensible de los espíritus nobles.Para honrar la memoria de esos jóvenes trabajadores inmolados en aras de la libertad, la democracia y la justicia social, hoy miércoles, 30 de abril, a las 11'30 horas, en el Cementerio Viejo, patrocinado por la Asociación Cultural Memòria i Justicia d' Elx i Comarca, será inaugurado un monumento, tan sencillo como digno, diseñado, en su parte artística y emotiva, por el célebre pintor ilicitano, y del mundo, Andreu Castillejos. También el 1º de mayo, a las 9 de la mañana, se realizará una ofrenda floral. A estos actos convocamos e invitamos a todos los partidos políticos, sindicatos, universidades, institutos, colegios y asociaciones de todo tipo, humanitarias, vecinales, culturales, etc., así como a todas las personas de buena voluntad que desean acompañarnos.
Quede claro que la intencionalidad de estos actos es estrictamente humanitaria, con exclusión cualquier otra, y que sus fines son:
1).- Tras 69 años creemos llegada la hora de liberar nuestra memoria, aún cautiva.
2).- Dignificar, al fin, el lugar donde reposa un significativo grupo de jóvenes trabajadores ilicitanos, víctimas de tan incalificable acto.
3).- Intentar cerrar, definitivamente, con equidad, justicia y dignidad, única forma de hacerlo, el capítulo quizá más violento y vergonzoso de nuestra varias veces milenaria historiaÉ Para que tales hechos no se repitan ni empañen nuestro futuro ¡Nunca más!


JOSÉ ANTONIO CARRASCO

Lee la noticia directamente en el Diario Información

sábado, 26 de abril de 2008

Una menos

El 24 de abril el Ayuntamiento de Sant Joan y por unanimidad ha retirado el título de Hijo Adoptivo de la población al Dictador Francisco Franco en base a lo estipulado en la Ley de la Memoria Histórica (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre) y que en su artículo 15 Símbolos y monumentos públicos dice literalmente en su punto número 1: «Las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos y menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil, y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas», es de ley.

Es decir que los de Sant Joan (el gobierno municipal socialista junto a los grupos del PP -el mismo PP que el de Alperi- y el Bloc) le han levantado las faldas al señor Alperi dejando al aire sus vergüenzas y es que mientras que para unos es algo razonado y razonable retirarle los títulos concedidos a un dictador durante el tiempo en el que este lo fue, para otros, no hay razón que valga sino exigencia de 25000 firmas.

Pero si lo de Alperi han sido las vergüenzas lo que ha quedado al aire, de los discípulos del grupo popular en el Ayuntamiento de Alicante es que ni sienten ni padecen, que Alperi manda y los demás acatan y es que Su palabra es la ley (como dice el corrido mejicano) y esto en román paladino y en el Diccionario de la Real Academia Española, tiene un nombre.


Daniel Moya

miércoles, 16 de abril de 2008

La represión de la masonería con Franco, a debate en La Sede


La Ley de la Represión de la Masonería en la época de Franco y en la provincia se convirtió ayer en el eje central de una mesa redonda en La Sede de la Universidad de Alicante organizada «en estos tiempos en los que la recuperación de la Memoria Histórica es un claro objetivo», según los impulsores de esta iniciativa.


Participaron Miguel Gutiérrez, fiscal y miembro de la Comisión para la recuperación de la Memoria Histórica, José María Asencio, de derecho procesal de la UA y Vicente Sampedro, historiador y miembro del Centro de Estudios Históricos de la Masonería en España, cuyas investigaciones en el Archivo de Salamanca versan sobre la represión de la orden masónica en nuestra provincia.


S.Balseyro

16/04/2008

Diario La Verdad


sábado, 12 de abril de 2008

El barón pimpante

La guerra del PP ya no se libra en los despachos de Génova ni en el Ayuntamiento de Madrid, Ruiz-Gallardón la ha desplegado en la escena internacional, con sus declaraciones de Pekín, donde ha proclamado su adhesión al liderazgo de Rajoy. Hay que percatarse de cómo el presunto centrismo se mete allí de donde nunca salió. Por otra parte, si el énfasis de Esperanza Aguirre no se desvanece, el debate ideológico que abandera se resolverá, muy probablemente en el mes de junio y en el cap i casal de una comunidad que ya es baronía territorial, y cuyo titular no se encarama a un árbol, como el personaje de Italo Calvino, sino a una alambrada de espinos.

Mientras la derecha regurgita sus extremosos principios y salpica hasta los confines más remotos de esta sufrida democracia, en Valencia se dispone la alfombra, para el desfile de los despojos. Otro gran evento, podría pensar Francisco Camps. Pero el barón pimpante arrastra toda la pringue que ha acumulado el PP durante los años que lleva al frente de la Generalitat. Y qué pringue. Desde el lío temático, hasta los pufos del ladrillo; desde el personal de la carcunda y la especulación inventariado en los papeles matasellados de justicia, a los regidores que aún andan sacándole brillo a la parafernalia emblemática del franquismo y del fascismo, echándole mucho desvelo y más jeta. De modo que, para barrer y adecentar la alfombra, al barón pimpante y a sus vasallos no se les ha ocurrido más, entre otros probables disparates, que apuntalar su condición voceando una nueva caza de brujas, de bruja, en este caso, porque van a por Emilia Caballero, quien desempeña la Sindicatura de Greuges, con carácter interino, pero con el pulso y los criterios propios de la institución, aunque, en ocasiones, también les enmiende la plana a los populares, como es de menester. Y no solo la acusan de partidismo, sino que la reprueban, como ya la reprobaron, cuando ejerció el mismo cargo, iniciado el siglo. Emilia Caballero tiene experiencia, integridad y entereza suficientes como para seguir ostentado, con toda garantía, la titularidad de la Sindicatura. Por supuesto, a muchos, su vigilante actitud, les incomoda. Tal es el caso del inefable alcalde de la ciudad de Alicante, quien, recientemente, se opuso a la petición del grupo municipal socialista de retirar los honores y distinciones, que las corporaciones franquistas le concedieron al dictador. El alcalde que no legisla, sino que administra o que debiera administrar los bienes que, por cuatro años, le han confiado los ciudadanos, con el autoritarismo que le caracteriza, se negó a debatir el asunto y replicó que le entregaran 25.000 firmas de vecinos con esa petición. Una vez más, olvidó que la ley es imperativa, que le concierne y que no puede andarse con más chuleos y desplantes. Y de nuevo, la PIC (Plataforma de Iniciativas Ciudadanas) salió al paso del despropósito y presentó una queja a la Síndic, quien la ha admitido a trámite. Para la PIC, el regidor "apoya y ampara al franquismo", califica su exigencia de "indecencia política" y al mismo, de "alcalde predemocrático". Al barón pimpante le toca desinsectar la alfombra.
Enrique Cerdán Tato
El País
12/04/2008

miércoles, 20 de febrero de 2008

El PSOE de Alicante pide que se le retire a Francisco Franco el título de hijo predilecto

El PSOE llevará al pleno del próximo viernes la retirada del título de hijo predilecto de Alicante y la medalla de oro a Francisco Franco.
La portavoz municipal socialista del Ayuntamiento de Alicante, Etelvina Andreu, ha presentado una moción al pleno municipal previsto para el próximo viernes en la que reclama la retirada "del título de Hijo Predilecto de la Ciudad de Alicante al dictador Francisco Franco". Además, también pide la retirada de toda exaltación de la "sublevación militar".

La moción la suscriben Etelvina Andreu y su compañero de grupo municipal Javier Macho y se fundamenta en la aprobación a finales del pasado año de la Ley de la Memoria Histórica por el parlamento de la Nación.En la moción los dos ediles socialistas piden la iniciación de los trámites legales necesarios para retirar el titulo de Hijo Predilecto de la ciudad y la "medalla de oro del Consistorio, concedidos ambos en el año 1940 al dictador Francisco Franco".
La moción se completa con una segunda petición en la que se insta al alcalde, Luis Díaz Alperi, a la adopción de las medidas oportunas para eliminar todos los objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva presentes en nuestra ciudad o en nuestros archivos, relacionadas con la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la Dictadura".
Todo apunta a que, pese a que estamos prácticamente en periodo electoral, la moción socialista será rechazada en el pleno por el alcalde y su equipo de Gobierno del PP, que ha denegado o no ha permitido ninguna actuación relacionada con la Ley de la Memoria Histórica, pese a que en el mandato anterior llegó a constituirse una comisión para este fin de la que formaban parte todos los grupos municipales, pero que apenas se reunió y no tuvo ninguna efectividad, por lo que finalmente se dio por disuelta.
Otra actuación relacionada con la Memoria Histórica y que el alcalde no ha autorizado es la instalación de un monumento conmemorativo en los terrenos que ocupó el campo de concentración de Los Almendros, en la Goteta, en homenaje a los españoles que fueron encerrados en el mismo tras la conclusión de la Guerra Civil. Pese a las numerosas peticiones, y a que los organizadores cuentan con una subvención para este monumento.
DIARIO INFORMACIÓN
M. D.

martes, 6 de noviembre de 2007

Apoyo a la Democracia Española

Cuando España se prepara a cumplir con coraje el examen de uno de los períodos más sombríos de su historia, el Gran Oriente de Francia (G.O.D.F.) quiere dar su apoyo a este necesario trabajo de memoria.

Al mismo tiempo sólo podemos asombrarnos al ver dar al Vaticano un paso simbólico, excepcionalmente importante, beatificando cerca de 500 religiosos víctimas de la guerra civil española. La elección de tal gesto no es anodina. Es en efecto sin ambigüedad. Mientras que el paso del gobierno español debería ser saludado por todos, algunos - entre los más reaccionarios – trabajan habitualmente en reafirmar la actualidad de ideologías que sólo pueden inquietarnos.

El G.O.D.F. comprueba que el Vaticano con esta acción realiza una fractura efectiva con el espíritu del Concilio Vaticano II, en contradicción con los pasos emprendidos por Juan XXIII como por Pablo VI, hostiles siempre hacia el General Franco.

El G.O.D.F. quiere expresar su inquietud cuando este gran país supo vivir una transición democrática ejemplar encarnando los valores humanistas y laicos que fundan la Europa moderna. El G.O.D.F. llama a la vigilancia a todos los que - en Europa - tienen empeño de ver progresar estos valores hoy amenazados por la vuelta de viejas ideologías que hicieron tanto mal a los hombres de progreso y de buena voluntad.

Paris, 31 de Octubre de 2007




Comunicado de Prensa de la G.O.D.F. de fecha 31-10.2007 ver texto original en este enlace

martes, 23 de octubre de 2007

Se inaugura el Museo de la Defensa en Madrid


Diario Digital El Pais

JUAN MANUEL MENÉNDEZ

En Madrid se inauguró el Museo de la Defensa de Madrid. Entre los asistentes un superviviente de la misma el octogenario, intelectual, histórico del PCE, cuando el PCE era el acorazado de la lucha por las libertades, finalista de una edición del premio Nadal, entre otras muchas cosas, Armando López Salinas.

El escritor nos deleitó recordando esas jornadas de resistencia antifascista durante la Guerra Civil en Madrid. Recordaba por ejemplo su relación con Buenaventura Durruti.

Ellos, entre los cuales se encuentra en creador del proyecto, el artista, Tom Lavin, están, entre otras cosas, sacando del olvido a intelectuales que tuvieron gran importancia en ese periodo, como Manuel Navarro Ballesteros, Javier Bueno, Clemente Cimorra, Fernando Sánchez Monreal o Jaime Menéndez "El Chato".

Hay que recordar por poner un ejemplo, que todos ellos compartieron magisterio periodístico y literario en el Diario El SOL con Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Menéndez Pidal, Ramiro de Maeztu, Gregorio Marañon, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Rafael Alberti, Pío Baroja y otros muchos. Les recomiendo que visionen en la Hemeroteca del Ateneo de Madrid, aquellos ejemplares del SOL, y se darán cuenta que todos o casi todos los que escribían allí eran genios de la erudición literaria. Todos merecen ya ser reconocidos como referentes de pleno derecho de la generación del 27. El proceso de recuperación de memoria histórica pasa por rescatar a los intelectuales olvidados, para así poder completar el proceso. De momento el Museo de la Defensa de Madrid ya lo está haciendo.

lunes, 16 de julio de 2007

Síntomas de cruzada

E.Cerdán Tato
Diario EL PAÍS, domingo 15 de julio de 2007

"El arzobispo García-Gasco levantará una Parroquia Santuario de los Beatos Mártires Valencianos, en una nave de la antigua fábrica Crorss, cedida por la alcaldesa Rita Barberá, a cambio de un solar. La iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno municipal y de la cúpula del PP. Es paradójico que quienes abominan de una tímida, aún nonata y mal llamada Ley de la Memoria Histórica, no exhiban dudas a la hora de recordar monumentalmente a estos presuntos mártires de la fe, que no tuvieron empacho en ponerse al lado de los faccionsos; y si cuando se trata de honrar , desde la justicia, la dignidad , y la reparación necesaria y suficiente , a los muertos , encarcelados y despojados por una dictadura tan feroz.

El cardenal Isidro Gomá, en el Congreso Eucarístico de Budapest, en 1938, enunció la filosofía sanguinaria de aquella sublevación, al afirmar: "Paz, sí, pero cuando no quede un adversario vivo". ¿Suscribe un partido que se llama democrático, aunque sea escasamente fiable, actitudes tan fanáticas?., ¿o acaso , lo que es un suponer, las aplaude desde el recogimiento del reclinatorio?.
Las cosas como son: al arzobispado de Valencia, lo que mande; a los familiares y amigos de los republicanos enterrados en fosas comunes del cementerio de la ciudad , ni una mención. Qué dura arbitraria e intolerable, resulta una medida tan reveladora y cargada de posibles miedos y odios. El concejal socialista del Ayuntamiento valenciano, Juan Soto, ha calificado certeramente a este conjunto de fuerzas y motivaciones viscosas, como "uno de los últimos bastiones del nacionalsindicalismo".
Ultimos bastiones que se deben de desmantelar , por higiene democrática y respeto a las libertades conquistadas por el pueblo. Últimos bastiones diseminados y en ocasiones enmascarados, por toda nuestra geografía.
Y en la ciudad de Alicante, como en otros tantos lugares, lo saben. Su Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica, en los dos últimos años, ha conseguido erigir un monolito en una fosa donde yacen los restos de 27 republicanos con sus nombres. Sin embargo, el Memorial del Campo de los Almendros y al monumento, con una obra de Eusebi Sempere, pensado para levantarlo en el puerto , donde concluyó la guerra, con sus presupuestos y memorias, y matasellados en los registros correspondientes , para dar en vaguedades , ni si ni no, y largas , precisamente cuando el Ministerio de la Presidencia ha concedido al primero de tales proyectos la subvención de 28.950 euros , es decir, la cantidad solicitada , para su construcción.
La Comisión Cívica ha convocado recientemente un concurso de ideas para recordar el criminal bombardeo que sufrió el Mercado Central de Alicante, el 25 de Mayo del 38 , en u na incursión de la aviación fascista italiana sobre la población civil, y que se están recibiendo ideas de todo el mundo , que se expondrán en el Museo de la Universidad de Alicante. Y, ¿luego?, le alcanzará el turno al infame Campo de Albatera.
Pero hay que aventar esos síntomas de cruzada . Son perversos y apestan.