martes, 4 de marzo de 2008

Los veinticinco mil

Alcalde, otra vez en la encrucijada, de nuevo en un brete, todo por un empecinamiento banal y caprichoso que no es comprensible más que desde el enfrentamiento trivial. Has creado una burda polémica que a quienes únicamente beneficia es a esa exigua y raquítica minoría que añora los privilegios que ostentaron en un régimen surgido de la sangre derramada por miles de españoles. Has forzado a veinticinco mil vecinos a movilizarse para limpiar el rastro del dictador de nuestra casa común, esa que vienes presidiendo durante cuatro mandatos por delegación de la mayoría de ellos. Has vuelto a envidar sin juego, pero en esta ocasión el órdago es más peligroso, te juegas no solo la posibilidad de aumentar el número de diputados de tu partido el próximo día 9, sino lo más importante tu ética personal y política, tu dignidad, tu integridad, tu prestigio.
No valen disculpas de que los gobiernos socialistas en el Ayuntamiento pasaron de puntillas en el tema que nos ocupa permitiendo que el del Ferrol continuara figurando en los libros de honor de nuestra ciudad. No se trata de un tema de derechas o izquierdas, es de sentido común. De entrada todos los que hemos tenido por desgracia y por edad la oportunidad de poder comparar el régimen franquista y el sistema democrático, tenemos claro lo que significa vivir en libertad o que te despojen de ella, por tanto estamos por la labor de apoyar a los veinticinco mil. No se debate la aplicación de una u otra ley, no se debate la interpretación del articulado, se trata de algo más sencillo, la restitución al pueblo de la libertad de decidir quién debe ser honrado por él, quien lo merece y quien no. Alcalde en la seguridad de que no eres ni franquista ni representas a nadie del rancio movimiento nacional, estás obligado a rectificar de nuevo, esta vez en foro oficial. Como primer paso estampa tu firma, da ejemplo a tus votantes.
Veinticinco mil alicantinos agrupados en lucha por el restablecimiento de la dignidad en la casa consistorial, uno a uno, en la vanguardia de la red, sin prisas pero sin pausas, dejando su huella personal en un acto democrático y civil. Puede que la iniciativa fuera electoralista u oportunista, pero ello no es óbice para no apoyarla. Las organizaciones y personas que se marginen caerán en un fuera de juego social y ético que sin duda será razón suficiente para que los ciudadanos les pasen factura cuando estimen oportuno. Llevamos treinta años votando, ejerciendo el supremo acto democrático, validando en las urnas la decisión mayoritaria del pueblo soberano, si aún así se nos ponen deberes para conseguir un acto de justicia popular, no dude el primer edil que nos pondremos manos a la obra.
Honores que son agravios, adopciones huérfanas de familia que acoja a tan perverso individuo. Veinticinco mil alicantinos que quieren dejar claro que no desean un registro donde en lugar de honor figure el nombre del dictador. Un listado en el que el agradecimiento y los sentimientos de respeto y consideración debieran ser factor determinante para figurar en él, debiera limpiarse de quién por orden y mandato figura en sus páginas. No hay que mirar de soslayo, es cuestión ineludible, la intransigencia a la petición no puede generar más que enfrentamientos por personaje que en ningún caso merece la discusión entre demócratas, y mucho menos en el seno de sus instituciones, por ello, alcalde nos atrevemos a decirte:
Alcalde nuestro que estás en el limbo, honrado sea tu cargo, ven con nosotros tu pueblo, no hagas tu voluntad en la calle ni en el pleno. Concédenos nuestra solicitud, disculpa nuestro atrevimiento, como nosotros hacemos lo propio con quienes nos ignoran y ningunean, no nos dejes caer en la desesperación y líbranos de la huella del dictador. Así sea.

Diario Información

04/03/2008
Luis Prats Pérez es sindicalista y empleado de la CAM.

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