Los Almendros

No hace mucho la Fundación Príncipe de Asturias entregó uno de sus galardones al Museo del Holocausto. Justo homenaje a las víctimas de la barbarie nazi. En La Jonquera, gracias a su Ayuntamiento, al de Argelès (Francia) y a la Generalitat de Catalunya, se ha inaugurado un museo memorial. Para rendir justo tributo a los "huéspedes", en su mayoría españoles, del campo de concentración que, precisamente, hubo en Argelès.

Pronto, muy pronto, en Rivesaltes (Francia) el Gobierno francés abrirá las puertas de un gran memorial, en la misma ubicación donde hace 70 años hubo otro campo de concentración repleto de españoles. Y podríamos dar más y más ejemplos. Efectivamente, todo tipo de víctima política, independientemente de la tendencia de su verdugo, merece un reconocimiento.

En Alicante, el primero de abril de 1939, los periodistas, Eduardo de Guzmán, Manuel Navarro Ballesteros, Jaime Menéndez, El Chato, y 18.600 hombres fueron hechos prisioneros por las tropas franquistas e italianas y llevados al campo de concentración de Los Almendros.
Un colectivo denominado Comisión Cívica de Alicante lleva tiempo luchando por conseguir algo que era de justicia. La construcción de un monumento memorial en el lugar donde existió el mencionado campo de concentración. Después de mucho trabajo. Dicha comisión consiguió una subvención del Gobierno para construir dicho memorial. Sólo quedaba esperar la aprobación por parte del pleno del Ayuntamiento.

Pues bien, el pasado 21 de diciembre, comienzos de la Navidad, época de concordia y humanidad, la mayoría del PP votó en contra. No podrán levantar nada de nada. Y, además, tendrán que devolver la subvención.

A los señores del PP, miembros del pleno del Ayuntamiento de Alicante, con todo mi respeto y cariño, sólo les quiero decir una cosa, o mejor dicho tres: no sólo no han mostrado ningún sentido de la justicia, sino, también, ningún sentido de la solidaridad, y lo peor de todo, no han mostrado ningún sentido de humanidad, cuando más hay que manifestarlo, en Navidad.

Juan Manuel Menéndez de las Heras
El Pais
Domingo, 13 /01/2008
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